En esta nueva entrega de mi blog vamos hablar de las entrenadoras de fútbol. Y es que considero importante reivindicar nuestra posición y, en muchos momentos, nuestra lucha para continuar dando voz a muchas mujeres que no han tenido la oportunidad de poder ejercer su pasión: ser entrenadoras de fútbol.
Actualmente, en primera división sólo hay dos entrenadoras: Natalia Arroyo y yo. Creo que tenemos la suerte de sentirnos queridas y respetadas por todos nuestros compañeros y eso es lo más importante. Yo no quiero un fútbol femenino sólo de mujeres; quiero un fútbol femenino donde lo importante en cada momento y en cada toma de decisión debe ser la capacitación de esos entrenador@s. Habrá muchas personas que piensen que puedo echar tierra encima de mi tejado, pero no lo considero así. Tenemos que seguir trabajando por la igualdad, está claro y es obvio, pero también me gusta que se trabaje en base a nuestras capacidades, a nuestros conocimientos y que no se nos dé más importancia que a otro compañero solo por ser mujer. Todos somos profesionales y, como tales, tenemos que sentirnos valorados y respetados. Por este motivo, me hago siempre la misma reflexión: ¿Por qué hay tan pocas mujeres entrenando en fútbol femenino? ¿Por qué no hay mujeres entrenando en fútbol masculino profesional? ¿Es cuestión de oportunidades? ¿Es cuestión de conocimientos?…
Tampoco me gusta la idea de que el fútbol masculino solo esté entrenado por hombres, ya que hay muchas entrenadoras que están capacitadas para hacer ese trabajo, como está realizando Mila con un equipo masculino en Japón. Y no vale decir que hay mujeres entrenando en equipos de fútbol base masculinos. Me gustaría que el día de mañana todos los estereotipos que hay dentro del fútbol masculino y femenino se rompan, y que den esas oportunidades en función de la capacitación, y no en función de un nombre o de si has sido jugador o jugadora profesional, o de si eres mujer u hombre.
Cada vez hay más mujeres dentro de los clubes ocupando cargos relevantes, pero aún debemos crecer más, y no por ser mujer, sino porque cuando nos dan la oportunidad solemos sorprender y demostrar por qué es importante esa capacitación. Sin embargo, hay dos figuras que creo que nunca han sido ocupadas por una mujer aquí en España. Son la de directora deportiva (y cuando hablo de este puesto no me refiero a ser directora deportiva de la sección femenina, me refiero a ser la directora deportiva de cantera sin hacer diferencia entre masculino o femenino o del equipo profesional) y la de entrenadora o segunda entrenadora de un equipo profesional. Y para tomar esas decisiones, lo importante es dar normalidad a toda las situaciones que pueden rodear el fútbol.