Siempre digo que debemos estar muy formadas y preparadas porque eso nos ayuda en nuestro día a día. Nos ayuda a realizar nuestro trabajo de forma eficaz, tomar decisiones lo más sensatas posible y sobre todo, nos permite poder tomar decisiones sin ningún miedo al error, porque el error y como solucionarlo, también forma parte de nuestro proceso de aprendizaje.
La formación y la preparación nos permiten poder asumir responsabilidades y estar capacitadas para poder aceptar cualquier nuevo reto que nos llegue en nuestra vida deportiva o personal.
Además, nuestra formación debe ser contínua: siempre tenemos o podemos aprender algo. Todos los días aprendemos algo nuevo que debemos meter en nuestra mochila de aprendizaje. Incluso en los malos momento, se puede sacar algo de bueno. Es como dicen: algunas veces ganas, y algunas veces aprendes.
Hay que saber cómo gestionar los dos, y entender que en los errores y dificultades puedes incluso aprender más que cuando lo haces todo bien.
Temporada tras temporada, la exigencia de nuestras jugadoras es mayor, por lo que debemos seguir formándonos y preparandonos para poder ayudarlas a que sigan creciendo. Nuestra exigencia también es mayor.
No podemos olvidar también la competencia sana que existen entre los diferentes cuerpos técnicos que actualmente militan en Primera Iberdrola, y los que vienen de abajo apretando fuerte. No te puedes relajar ni un segundo. Lo bueno que son tus adversarios va ayudar a determinar lo bueno que eres tú también.
Sin duda, dicho esto, creo que el fútbol femenino español está en buenas manos.