El compromiso de María consigo misma le lleva cada día a luchar por crecer sin olvidar su esencia. / Foto: María Pry
El compromiso de María consigo misma le lleva cada día a luchar por crecer sin olvidar su esencia. / Foto: María Pry

El post de hoy lo comenzaré con la definición de compromiso, que es  la “obligación contraída por una persona que se compromete o es comprometida a algo”. Yo me he comprometido conmigo misma a luchar y trabajar cada día por y para el fútbol femenino. Considero que aún nos queda un camino largo por el que seguir luchando, que aún nos quedan muchas vivencias y barreras que superar. 

Al igual que muchas entrenadoras nos allanaron el camino a las actuales, yo intento hacer lo mismo con las entrenadoras del futuro, para que aquellas barreras que hemos conseguido superar entre todas no vuelvan a ser limitantes para nosotras. 

Ese compromiso que he adquirido conmigo misma, y con el fútbol femenino en general, hace que cada día tenga la responsabilidad de seguir creciendo, de seguir mejorando, de seguir formándome. 

Además, me siento con el deber de llevar el nombre de mi pueblo, mi ciudad y de mi comunidad lo más lejos posible, y que se sientan orgullosos de mí, al igual que yo me siento una privilegiada por nacer donde he nacido. 

Hace varios años ya, una persona muy especial para mí me dijo que nunca perdiera mis raíces, mis orígenes y que siempre fuera yo. Y eso es lo que intento hacer cada día, no perder mi esencia o lo que me puede llegar a diferenciar del resto de entrenadores/as.